A la pequeña Maria, siempre la utilizaron como moneda de cambio. Cuando sus padres discutian, al final, no se sabia como, pero ella acababa siendo la culpable de todo. Con 7 años, comprobó que el sabor de su sangre en la boca, no era nada agradable. La pequeña maria habia crecido sobre la timida base del miedo, y eso no era nada bueno.
Los gritos entre sus padres cada vez eran mas altos, y cada vez mas frecuentes. Maria se sentia sola y desamparada, sus padres solo sabian darle dinero para chucherias cuando discutian. Maria seria pequeña, pero no tonta.
Cada dia y semana que pasaba, a Maria le dolian mas las voces y gritos.
Eran su debilidad.
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