Aquel día, fue especial para María.
No olvidaria aquella sonrisa.
Ni aquella mirada.
Ni esa voz.
Ni las frases que salian por su boca.
Aquel pelo, rozándole los ojos.
Y su tatuaje. Y por supuesto, su nombre.
Ni los besos que tanto le gustaban, ni esas tardes en su cuarto escuchandole cantar y tocar la guitarra.
Siempre serás tu, grandullón.
Pasaran 15 años más, pero jamás te olvidará. Te lo prometo.....
R.B.T. Te quiero.
domingo, 27 de noviembre de 2011
sábado, 26 de noviembre de 2011
Sólo eran ganas de llorar
Y ella corrió, a una velocidad que jamás creyó que sus piernas pudieran
lograr. Corrió hasta que miró hacia atras y ya sólo veía oscuridad.
Entonces, cayó en seco. Estaba casi afixiada de tanto correr. Volvió a
mirar atras, y una vez que se aseguró de que nadie la veía, empezó a
llorar, como hacía mucho que no lloraba. Lloró y lloró, hasta que se le
secó el corazón. Entonces, sólo entonces, pudo continuar su camino. Sin
ayuda. Sin correr. Sin llorar.
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