viernes, 20 de agosto de 2010

Maria se sentia cada vez mas pequeña a medida que iba creciendo.
Sentia que nadie le trataba como merecia; las personas jugaban con ella, como si de una muñeca de trapo se tratara. Y eso le dolía, aunque mas psicologicamente que fisicamente. Fisicamente ha sufrido poco, excepcionando aquel año de instituto en el que el profesor, para "ayudar" a las chicas, ponia las manos donde mejor le parecia. Era asqueroso, y se alegró cuando le retiraron del instituto y le vio por la calle con un brazo roto. Era un viejo verde, e inutil.
Volviendo a su mundo real, Maria empezaba a pensar que nunca encontraria a alguien que la tratara como ella queria, o simplemente, como ella merecia.
Muchas veces ya empezaba a dudar si se merecia que la tratasen bien o no. Intentaba recordar, pero no habia mucho que recordar, nunca habia sido una persona mala, siempre habia intentado ayudar a los demas, y aunque a veces era un poco patosa, intentaba hacer las cosas lo mejor que podia. y eso, parecia que nadie sabia verlo

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